La noche del lunes 6 de enero estuvo cargada de magia y emoción en la localidad de Lamarque, con la llegada de Los Reyes Magos.
Desde horas tempranas el camping municipal comenzó a poblarse de familias y a medida que avanzaba el tiempo la expectativa iba creciendo.
Ante el asombro de niños y niñas, ya caído el sol, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecieron en bote navegando por el brazo sur del río Negro.
Desembarcaron en el muelle, momento en el que se encendieron antorchas y todo fue felicidad.
Los más peques recibieron a los reyes magos con aplausos, ovación, alegría y sus ojitos brillosos ante tamaña presencia, sin lugar a dudas un mimo para cada uno de ellos.
Ese cariño y recepción, fue una buena forma de agradecer y valorar el gesto de llegar a Lamarque luego de largas horas de viaje.
Hubo abrazos, sonrisas, fotos y obsequios para cada niño y niña que se acercó hasta allí.