Una nena de dos años tuvo que ser asistida de urgencia por personal del hospital de Las Grutas porque, a causa de un petardo que le arrojaron, entró en estado de shock cuando sus ropas y una manta que la envolvia comenzaron a arder, producto de la combustios.
La niña fue rescatada rápidamente por quienes la acompañaban, que le quitaron las prendas y, presas del pánico, corrieron al nosocomio en busca de ayuda.
Allí los profesionales la revisaron y constataron que no había sufrido quemaduras, pero tuvieron que tranquilizarla debido al estado de aturdimiento en el que se encontraba. Es que las llamas que habían comenzado a arder en su vestimenta y el intenso estruendo de los fuegos artificiales la dejaron completamente alterada, con un intenso colapso nervioso.
Afortunadamente su situación fue abordada y resuelta por los médicos, que le dieron el alta horas después, tras permanecer un lapso hospitalizada.
Según trascendió la chiquita acompañó a su familia a un festejo popular qué, anoche, la municipalidad (junto con algunos privados) organizó en la tercera bajada. Acudieron temprano y llevaron reposeras. En una de ellas, al costado de la calle que ofició de pista de baile, acostaron a la pequeña, cubierta con una manta.
La menor se quedó dormida y fue sorprendida por un petardo que desconocidos arrojaron debajo de esa silla playera en la que descansaba. Su cobija ardió producto de la combustión, y, a los gritos, la nenita comenzó a pedir ayuda. Así logró que los adultos la asistieran.
Arrojar pirotecnia está prohibido en la comuna y en toda la Provincia. Sin embargo en los festejos que la municipalidad ofreció varias personas arrojaron fuegos artificiales sin recibir ningún tipo de censura de las autoridades. De hecho resonaron gran cantidad de elementos de este tipo a lo largo de esas actividades. Eso provocó el malestar de muchos de los residentes y turistas.